Es evidente que algo está cambiando en la distribución de contenidos, el avance de las tecnologías y la aparición en el mercado de determinados dispositivos han puesto al alcance de todos ingentes cantidades de información en cualquier momento y lugar. La industria del cine ha estado anquilosada desde hace mucho tiempo, quizás demasiado. El sector es reacio a cualquier cambio, con miles de puestos de trabajo en juego ya desde hace tiempo en algunos países necesita de las subvenciones estatales para sobrevivir. El actual modelo de negocio está claramente amenazado por la socialización de los accesos de banda ancha, la proliferación de los equipos informáticos en el hogar y las cada vez más populares redes P2P. La tecnología cotidiana está ya madura para cambiar el panorama cinematográfico en su distribución e incluso en la creación de contenidos, por tanto, si esta industria quiere sobrevivir debe buscar nuevas fórmulas que mantengan la rentabilidad y que respondan a las demandas de los consumidores. Ir al cine no es el mero consumo de una película, para muchos de nosotros también supone un evento social, con lo que sería necesario que alguien pensara, más allá de rebajar los precios, en qué tipos de servicios asociados al acto de visionado de una película se podrían ofrecer para atraer y mantener fidelizado al espectador (partidos de fútbol, presentaciones de discos, 3D, videojuegos, etc). En caso contrario, en mi opinión, tarde o temprano, la producción cinematográfica se distribuirá de forma exclusiva a través de internet, pero...¿a qué coste?.
Ante esta coyuntura la Dysney, el gigante americano del entretenimiento, ha dado un paso hacia delante y ha optado por varias estrategias que el tiempo dirá si son acertadas. Recientemente, en un sorprendente anuncio, la compañía anunció que está desarrollando junto a Apple una plataforma de distribución denominada “Keychest”, una innovadora idea por la que compras un contenido de por vida, sólo pagando la conexión a Internet cada vez que se accede al contenido. Claramente Dysney ha sabido captar los vientos de cambio en el sector de la creación y distribución de contenidos lanzándose a la búsqueda de socios tecnológicos que den salida a la ingente cantidad de contenidos de que dispone y que es capaz de generar. Su estrategia no sólo toma en cuenta el acceso a través de la red de redes sino que se adapta al uso de dispositivos que ya se han tornado cotidianos en nuestras vidas como pueden ser los teléfonos móviles, las consolas de videojuegos, los propios ordenadores. Por otro lado, la Dysney está reduciendo gastos aún a costa de reducciones de plantilla, y ha llegado a acuerdos con varias distribuidoras (entre ellas Dreamwork que es propiedad de Steven Spilberg) en un intento de repartir el riesgo y evitar participar en producciones multimillonarias y asegurándose que el flujo de sus películas hacia el canal de distribución es constante. De forma paralela, la compañía está intentando introducirse en mercados, como puede ser el ruso, en los que no estaba establecida de una forma importante. De esta forma, la Dysney no renuncia a su estrategia de crecimiento y lleva a cabo fuertes inversiones que suponen los cambios estructurales que no tiene más remedio que acometer debido al más que previsible cambio de modelo de negocio que sufre su sector, empujado como se ha mencionado antes, por los avances tecnológicos.
El negocio del cine está cambiando y hay compañías, como la Dysney, que se están preparando para adaptar la creación y distribución de sus contenidos a los nuevos canales proporcionados por la técnica. Para ello, además de sus productos tradicionales, bien sea adquiriendo, como en el caso de Pixar o mediante alianzas como en el caso de Apple la Dysney está intentando crecer trasvasando de una forma clara parte de sus fondos desde sus negocios tradicionales de producción y distribución cinematográficas a actividades que buscan adaptar el modelo de negocio de la compañía a las tendencias futuras tomando posiciones en los nuevos escenarios propiciados por la nueva demanda propiciada por los actuales y futuros avances tecnológicos.